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Mariscos al sol

Ana Paola Dávila | 04/08/2024 | 10:27

¿No comas mariscos en los meses que no llevan "R"! ¿Alguna vez has escuchado esa frase? Desde que tengo memoria, he escuchado esto una y otra vez. A menos que estés en la playa, Mayo, Junio, Julio y Agosto son los meses en los que se supone debes evitar a toda costa los mariscos, sobre todo los crudos como el aguachile. Ironicamente, son los meses en los que más se antoja esta comida.

Para evitar quedarme con la duda, y para que ustedes tampoco la tengan, investigué qué tan cierto es este mito y hasta qué punto deberíamos seguirlo al pie de la letra.

El origen de la creencia proviene de épocas en las que no existía la tecnología de refrigeración con la que hoy contamos. En los meses más cálidos del año, conservar el marisco a temperaturas adecuadas era más difícil y la proteína era propensa a descomponerse y generar bacterias más rápido. Sin embargo, la situación ha cambiado con los avances tecnológicos y la globalización.

San Luis Potosí está a 7-8 horas de su costa más cercana; sin embargo, el estado accede a este tipo de alimentos mediante modernos sistemas de transporte y refrigeración. Cuando se trata de consumir mariscos, es más importante los estándares de calidad en su manejo que el mes del año en que lo consumas.

Según la Secretaría de Economía, la cadena de frío moderna en la refrigeración y transporte de estos alimentos es segura y minimiza el riesgo de descomposición. Mientras el medio de transporte garantice que los mariscos se mantengan a sus temperaturas adecuadas, todo estará en orden y ya solo dependerá del comercio.

En México, las regulaciones son supervisadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), quienes incluyen controles de calidad para que los mariscos en el mercado cumplan con los estándares de seguridad alimentaria.

Nada de esto garantizala calidad del marisco , por eso se deben considerar algunas precauciones para el consumo responsable todo el año, no solo en los meses más cálidos.

Lo primero es la frescura del producto. Es esencial comprarlo en fuentes confiables; lo mejor es que provengan de costas cercanas y no del otro lado del mundo. Revisar su origen, aprender a leer las etiquetas y preguntar en tu marisquería de dónde proviene el producto para asegurar su mayor frescura. Por supuesto, si algo no huele bien o tiene texturas blandas, desecha el marisco y opta por no consumirlo. Igualmente, si algo no te sabe bien, siempre es mejor dejarlo para evitar una intoxicación.

Algo importante durante los meses cálidos es la refrigeración de pescados y mariscos desde que esté en tus manos hasta su consumo. Esto es crucial especialmente en las altas temperaturas. Una buena idea es llevar una hielera pequeña contigo al supermercado para guardar ahí el producto y evitar que se deteriore durante el trayecto del supermercado a tu casa.

En un restaurante, confiar en el instinto podría ser la única opción; nuevamente, si algo no huele o sabe bien, es preferible dejarlo de lado.

La infraestructura actual de refrigeración hace que consumir marisco sea seguro durante todo el año. Pero igualmente se deben tomar precauciones siempre, sin importar el mes que sea. Se puede disfrutar de las delicias del mar en los meses cálidos, siempre y cuando se consuman responsablemente.