Aguascalientes, AGS; La Vicepresidenta de Sector Agroindustrial de Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) capítulo Aguascalientes, Edith Díaz de León, advirtió que las recientes reformas laborales como la Ley Silla y la reducción de la jornada de 48 a 40 horas representan un riesgo serio para la agroindustria, un sector cuya operación está determinada por los ciclos productivos de la tierra y no por horarios fijos.
En rueda de prensa, Díaz de León expuso que el trabajo en el campo no es continuo, sino estacional. Señaló que, a diferencia de otros sectores, la agroindustria depende de las estaciones, del ritmo de maduración de las frutas y de factores imprevistos como retrasos en la llegada de productos, lo cual hace imposible aplicar sin flexibilidad las nuevas disposiciones laborales.
Como ejemplo, explicó que si un camión con fruta llega a las instalaciones a las tres de la tarde, no tiene sentido exigir a los trabajadores iniciar a las ocho de la mañana, ya que su labor depende del producto que llega del campo. Esta falta de sincronía entre la jornada oficial y la realidad agrícola obliga a reorganizar los turnos constantemente, lo cual, comentó, debe ser considerado si se quiere justicia para todos los sectores.
Díaz de León insistió en la necesidad de mesas de trabajo que permitan analizar a fondo las particularidades del sector agroindustrial. Aseguró que no se trata de evitar el cumplimiento de la ley, sino de adaptar la norma a realidades específicas, ya que de lo contrario, muchas empresas podrían cerrar, afectando regiones completas como Calvillo, cuya economía depende directamente de la producción guayabera y otras actividades agrícolas.
También hizo hincapié en que algunas de estas reformas aún no se aplican plenamente en el campo, como es el caso de la Ley Silla, pues hay actividades, como la cosecha de productos como jitomate, cebolla o nopal, en las que -dijo- resulta inviable el uso de una silla, dadas las condiciones del trabajo en campo abierto.