Aguascalientes, AGS; El Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes (OVSG) informó que en lo que va del 2025 se han registrado seis feminicidios en la entidad, reflejo de una violencia persistente y sistemática que continúa cobrando la vida de mujeres en distintos municipios del estado.
El caso más reciente ocurrió el pasado 23 de junio, cuando fue localizado el cuerpo sin vida de una mujer en una terracería que conduce a la comunidad de “El Gigante”, a espaldas del Campus Sur de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. La víctima -identificada como Martha Griselda, de entre 35 y 45 años- presentaba signos de violencia y habría fallecido a causa de un fuerte golpe en la cabeza. Hasta el momento, no se ha informado sobre personas detenidas por este hecho.
Días antes, el 19 de junio, se reportó el asesinato de Jessica Paloma Herrera, de 42 años, en el municipio de Pabellón de Arteaga. La víctima fue interceptada por un vehículo desde el que le dispararon en repetidas ocasiones mientras caminaba por la vía pública. Pese al llamado de los vecinos a los servicios de emergencia, falleció en el lugar.
Un tercer feminicidio confirmado en junio corresponde a Guadalupe Herrera, de 34 años, quien fue reportada como desaparecida desde octubre de 2024, luego de ser sustraída de su domicilio por un grupo armado junto a su pareja. Ocho meses después, el 14 de junio de 2025, su cuerpo fue localizado en una fosa clandestina en el municipio de Tepezalá.
A estos casos se suman tres asesinatos más registrados previamente en el año por el OVSG: Susana “N”, localizada sin vida junto a su pareja en el municipio de Jesús María; Margarita “N”, de 80 años, asesinada por su nieto en la capital del estado; y Ana Karen “N”, también en Jesús María, víctima de feminicidio a manos de su pareja.
El Observatorio recordó que, conforme a los lineamientos establecidos en el Protocolo de Investigación Ministerial, Policial y Pericial del Delito de Feminicidio, toda muerte violenta de una mujer debe investigarse con perspectiva de género y bajo el supuesto de feminicidio, no de homicidio, al menos hasta descartar indicios como violencia sexual, lesiones degradantes, vínculos con el agresor, exposición del cuerpo en espacios públicos o antecedentes de violencia previa.
Además, se subrayó la persistencia del subregistro institucional en estos delitos, que impide conocer con precisión el número real de feminicidios ocurridos en la entidad.
El OVSG insistió en que la violencia feminicida no es un fenómeno aislado ni espontáneo, sino resultado de estructuras sociales, jurídicas e institucionales que perpetúan las desigualdades de poder entre hombres y mujeres. Por ello, llamó a las autoridades a garantizar investigaciones diligentes, con enfoque de género y derechos humanos, así como políticas públicas integrales para la prevención y atención de la violencia contra las mujeres.