Una prioridad en tu vida debe ser el amor propio, pues construir una buena relación contigo misma es vital para el bienestar integral. La escalera de la autoestima es uno de los métodos que han ganado popularidad para trabajar en esta parte tan íntima que se trata de aprender a valorarte a ti misma por lo que eres y por lo que no. Aquí te contaremos qué es y cómo puedes integrarla a tu kit de herramientas para cuidar de tu salud mental.
¿Qué es la escalera de la autoestima?
La escalera de la autoestima es un método psicológico para trabajar en el amor propio, basado en una secuencia de escalones a los cuales corresponde un aspecto específico de la autoestima para cultivar con el fin de mejorar o mantener la percepción positiva de ti misma.
¿Cuáles son los escalones de la escalera de la autoestima?
El orden escalonado simboliza que el camino hacia una autoestima sana no es lineal, pero sí ascendente, y se compone de una serie de paradas a las que debes llegar un paso a la vez. Funciona como un recordatorio de ser compasiva con tu propio proceso, así pases más tiempo del esperado en un mismo escalón o incluso tengas que bajar unos cuantos para poder volver a subir más fuerte. Los 6 escalones de la escalera de la autoestima son los siguientes.
Autoconocimiento
El primer nivel es un acceso a tu interior. Tu tiempo aquí es para que hagas una introspección y descubras tus gustos, disgustos, miedos, habilidades, anhelos y demás cosas que te convierten en quien eres. La idea no es hacer una lista de lo que te define para que la uses de tarjeta de presentación, sino para que puedas identificar con claridad cuáles de esos aspectos son funcionales y entonces los cultives, y cuáles no para que trabajes en ellos.
Autocuidado
El mantenimiento es esencial para una buena y extensa calidad de vida. Cuidar de tu mente, cuerpo y espíritu será tu enfoque principal cuando llegues al segundo escalón de la escalera de la autoestima. Al igual que el resto, esta parte no se ve igual para todos. Tal vez para ti signifique practicar yoga semanalmente, contratar una sesión de spa al mes, leer todos los días o pasar tiempo con tus seres queridos. Solo tú sabrás qué es lo que necesitan estas tres partes de ti para sentirse bien.
Autoaceptación
Para bien y para mal, hay aspectos de ti que no podrás cambiar o que te costará mucho lograrlo y tal vez solo alcances una transformación del 80%. Para que esto no merme tu autoestima, es cuando necesitarás de la autoaceptación. Se trata de aprender a validar tus fortalezas y debilidades con los pies en la tierra; es decir, no inflar tu ego a niveles estratosféricos ni condenarte al fracaso rotundo.
Autorrespeto
Cuando ya te conoces a ti misma, puedes dar el siguiente paso y permitir que otros sepan quién eres. Para construir peldaños firmes de tu identidad en este proceso debes honrar cada parte de ti, desde tus propias palabras, hasta la forma en que permites que otros te traten. Las claves para superar este escalón con éxito son la coherencia para demostrar que eres lo que dices ser y la asertividad para comunicar claramente lo que buscas de otros.
Autoeficacia
Para dar algo por cierto, el cerebro necesita pruebas a las que pueda remitirse cuando necesite comprobar que eres capaz de algo. La buena noticia es que le son suficientes tanto las pequeñas como las grandes demostraciones, así que, siguiendo por el camino de la compasión, valora tanto tus logros ínfimos como tus grandes hazañas.
Autonomía
La independencia es un arma de doble filo: por un lado, te da total libertad de conducirte como tú lo creas correcto; pero, por otro, te vuelve a ti la única responsable de absolutamente todos tus actos. Cuando hablamos de autonomía nos referimos a la habilidad de llevar la independencia con responsabilidad respecto a tus valores y a los de la sociedad. En otras palabras, es llevar con esmero e intención la curaduría de tu propia vida.
