La investigación oncológica tiene una asignatura pendiente con las pacientes de cáncer de mama con limitadas opciones terapéuticas, pero está volcando sus esfuerzos en reducir la toxicidad de tratamientos que, en muchas ocasiones, limitan el día a día de las afectadas.
Ese es el objetivo que se ha marcado la compañía con sede en Barcelona (España) y Nueva Jersey (EE.UU.) de investigación clínica oncológica MEDSIR, cuyo líder científico, el doctor Javier Cortés, asegura a EFE que no se trata de una cuestión menor.
"No solamente mejora la calidad de vida de los pacientes, que por supuesto, es que además optimiza la administración de los fármacos", explica a EFE desde Chicago (EE.UU.), donde MEDSIR ha presentado 13 ensayos clínicos que abordan en parte esa problemática.
La plataforma elegida para darlos a conocer es el Congreso Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), el principal del sector y que, desde el viernes y hasta este martes, reúne a unos 60.000 profesionales en torno a las novedades que se están poniendo a prueba.
No aguantar los tratamientos, recalca el también director del International Breast Cancer Center, implica que haya que reducir las dosis, que se pare la terapia o que directamente se abandone, con el impacto que esto puede tener en el pronóstico de la paciente.
Efectos secundarios como la diarrea o la escasez de glóbulos blancos neutrófilos (neutropenia), habituales entre pacientes de cáncer de mama metastásico HER2-negativo que son tratadas con sacituzumab govitecan, pueden contenerse si la terapia se adelanta a que estos se produzcan y administra desde el principio fármacos para evitarlo.
Cambios de "sentido común”
Prevenir algo que estadísticamente se sabe que pasa es de "sentido común", añade el experto, pero refleja cómo las nuevas combinaciones terapéuticas pueden suponer un antes y un después para las pacientes.
"Estamos convencidos que esto también va a significar una mejor perspectiva", subraya Cortés sobre las conclusiones de ese estudio, bautizado PRIMED y que ya ha demostrado reducciones significativas en los porcentajes con los que se dan esas dos secuelas.
No se trata tanto de cambiar tratamientos, algo que depende del visto bueno de las autoridades competentes, sino de sacarle el máximo partido a los ya aprobados, y modificaciones como las que propone su centro "se pueden implementar mañana".
La Asociación de Cáncer de Mama Metastásico calcula que un 30 % de los 33.000 nuevos casos de tumor de mama que se detectan cada año acabarán en metástasis. Y cerca del 80 % de las mujeres diagnosticadas superan la enfermedad, pero el 20 % no responde a los tratamientos.
El cáncer de mama triple negativo, agresivo por su rápido desarrollo, es "el gran tendón de Aquiles" de la comunidad científica, sostiene el doctor: "Nos queda conocer mejor estos tumores, estudiar mejor esa heterogeneidad, conocer mejor los mecanismos de resistencia y sensibilidad".
Llevado al terreno futbolístico, estas situaciones obligan a "sacar mejores jugadores, hacer nuevos fichajes y hacer que jueguen en equipo, que jueguen bien. (...) Hay que de verdad optimizar las estrategias".
La inteligencia artificial se utiliza ya en los diagnósticos, pero todavía no se aplica a los tratamientos.
MEDSIR, con un enfoque internacional desde su fundación en 2012, ha apostado además por darle una vuelta a herramientas que sirven para evaluar la evolución de las pacientes y ha constatado en otro ensayo que la resonancia magnética, "más rápida, mucho más sencilla y barata" que el escáner PET, puede ser equivalente a este último.
Los 13 estudios que ha llevado a esta edición del foro estadounidense se han presentado en colaboración con su socio estratégico Oncoclínicas & Co, el grupo oncológico líder en Brasil con un destacado potencial de investigación en Latinoamérica y con el que, según el experto, han forjado una importante alianza estratégica.
MEDSIR busca optimizar la investigación independiente y optimizarla además a nivel internacional: "La única forma de avanzar en medicina es trabajando de forma global", apunta Cortés, para quien los estudios independientes "pensados por médicos e investigadores (...) resuelven problemas del día a día de los pacientes". EFE