Tres profesionales de la salud mental explicaron en qué consiste la "tristeza de cumpleaños" y por qué hay quienes la experimentan y otros no, pudiendo provocar una actitud pesimista y hasta fatalista
Hay quienes celebran su cumpleaños con suma alegría, planificando reuniones familiares, salidas con los amigos o tal vez pasar un día más tranquilo, yendo a cenar. Sin embargo, a otros les invade una curiosa tristeza, quizás nostalgia, que ataca no solo el día del nacimiento, sino desde los anteriores. Esto es lo que expertos llaman “tristeza de cumpleaños”.
La doctora Natasha Trujillo, psicóloga y consejera con licencia, especializada en duelo/pérdida, autolesión y necesidades de salud mental, señala que los cumpleaños “pueden ser complicados emocionalmente”.
Una de las principales razones por las que puede experimentarse tristeza, según la experta, es porque la fecha especial “nos recuerda el paso del tiempo y lo que no recuperamos”.
Incluso, algunas personas sienten que han perdido años de su vida o que los han desperdiciado, una sensación que es frecuente, pero que se acentúa con la llegada del cumpleaños. Algo similar sucede con las velas y el porqué de no pedir un deseo al soplarlas.
El miedo a envejecer y la pérdida de seres queridos activa la “tristeza de cumpleaños”
La doctora Michele Leno, psicóloga acreditada en Michigan y asesora de medios de Hope for Depression, dice que desafortunadamente hay personas que pueden relacionar un cumpleaños con palabras como “viejo” o “acabado”.
“En realidad, una persona puede prosperar a cualquier edad”, apunta la experta, señalando que también es un factor cultural. “Permitimos que otros dicten cómo debemos sentirnos y comportarnos”, añade.
En este sentido, cuando cumples años te atrapa una tristeza en la que piensas que algún tren de oportunidades se ha marchado. Esto, a su vez, te hace creer que ya no mereces el amor, un buen trabajo o que ya puedes alcanzar objetivos personales.
Y cuando no se trata de que te sientas viejo o sin expectativas, la “tristeza de cumpleaños” proviene del recuerdo de seres queridos que fallecieron, especialmente padres, hijos, hermanos y abuelos.
“He trabajado con clientes que experimentaron esto, ya que sus cumpleaños sirvieron como recordatorios conmovedores de seres queridos perdidos”, dice la psicóloga clínica Kanchi Wijesekera, quien ejerce su profesión en Los Angeles.
Aunque el familiar haya muerto en otra fecha, incluso alejada del cumpleaños, te enfocas en ese recuerdo. Quizás porque siempre estaba presente y celebraba contigo. Lo mismo podría ocurrir en Navidad, Día de Acción de Gracias y hasta un 4 de Julio.
