Una red de basquetbol, en una escuela de Apodaca, se convirtió en el hogar de un par de colibríes luego de que su madre decidió anidar ahí.
El nido fue descubierto a finales de mayo por colaboradores del Colegio Henry Hudson, en la Colonia Santa Rosa, y pronto buscaron asesoría con especialistas para saber cómo proceder y proteger los huevos que semanas después puso el colibrí.
"Lo que más necesitan de nosotros es que no interfiramos y que los espacios sean adecuados para que puedan cumplir con su ciclo de vida", señala la bióloga Marilyn Castillo, quien dio seguimiento al caso desde el principio.
"Al ser aves en la zona urbana pueden recurrir a utilizar espacios un poco convencionales (para anidar)".
La escuela implementó medidas para proteger el nido y los huevos, como cuidar que los estudiantes no lanzaran la pelota a esa canasta.
El miércoles nacieron los dos primeros colibríes y es posible que en estos días nazcan los demás.
La historia, comenta la bióloga Castillo, es un ejemplo de empatía y respeto hacia los animales e invita a la población a estar pendiente de situaciones que ocurren en el entorno, pero suelen pasar desapercibidas.
"A veces pensamos que están lejos de nosotros, pero pueden estar en nuestras casas, los parques, las escuelas", apunta la cofundadora de Kingfisher-Birdwatching Nuevo León, iniciativa que promueve la observación y el cuidado de aves urbanas en la zona metropolitana.
"Como este (caso), pudiera haber otros en donde las personas se interesen, se comprometan a cuidar y le transmitan esto a sus familiares y a sus amigos".