En junio de 2024, un nuevo número de cola barrió el cielo sobre el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA en Edwards, California. Los pilotos realizaron vuelos de un Gulfstream IV (G-IV) para evaluar sus características de manejo y familiarizar a los pilotos con él antes de que comience las modificaciones estructurales. El avión de investigación se une a la flota del centro que sirve al programa de Ciencias Aerotransportadas de la NASA.
El G-IV llevará el Radar de Apertura Sintética Aerotransportado de Próxima Generación (AIRSAR-NG), que envía y recibe señales de microondas para recopilar información sobre las características topográficas de la Tierra y cómo cambian con el tiempo. El objetivo del equipo de Armstrong de la NASA es modificar el G-IV para acomodar tres radares simultáneamente.
"El AIRSAR-NG estará compuesto por tres antenas de radar de apertura sintética diferentes en un instrumento para proporcionar nuevos conocimientos sobre la superficie de la Tierra de manera más eficiente", dijo Yunling Lou, investigador principal del instrumento en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California. "Las capacidades de este nuevo instrumento facilitarán nuevas técnicas, como las imágenes tridimensionales, que serán útiles para futuras misiones espaciales".
Con esas y otras modificaciones que se están realizando, el G-IV también podrá acomodar una mayor carga de instrumentos científicos, lo que podría permitir a la NASA apoyar misiones científicas aéreas más dinámicas.
"Esta aeronave ayudará a Armstrong a continuar nuestra larga historia de apoyo a la ciencia aerotransportada para la agencia y mantendrá la experiencia en la realización de misiones científicas exitosas en los años venideros", dijo Franzeska Becker, gerente del proyecto G-IV en NASA Armstrong.
Transferido en febrero desde el Centro de Investigación Langley de la NASA en Hampton, Virginia, el G-IV se someterá a modificaciones adicionales supervisadas por el equipo de Armstrong de la NASA. Su objetivo es enriquecer el programa de ciencia aerotransportada de la agencia equipando la aeronave para que funcione como una plataforma de investigación más capaz y versátil.
El conocimiento y la experiencia de los profesionales de los centros de la NASA como Armstrong (G-IV, ER-2, C-20) y Langley (777, G-III) ayudarán a que la agencia pueda producir una plataforma bien definida y en condiciones de volar para instrumentos científicos y misiones científicas aerotransportadas.