Un equipo de investigadores ha descrito el veloz proceso de reproducción de una bacteria, Corynebacterium matruchotii, que habita en nuestra placa dental y que se divide en hasta 14 células diferentes a la vez.
La boca humana es un rico ecosistema para 500 especies diferentes de bacterias, la mayoría de las cuales crecen dividiéndose en dos: una célula madre da lugar a dos células hijas.
Sin embargo, un grupo de investigadores ha comprobado que una de esas bacterias, Corynebacterium matruchotii, se divide en hasta 14 células a la vez, un proceso poco frecuente denominado ‘fisión múltiple’ celular, que este lunes aparece descrito en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Corynebacterium matruchotii carece de flagelos que le permitan desplazarse, por lo que los investigadores creen que esta singular capacidad reproductora podría ser una forma de explorar su entorno, similar a la que usan algunos hongos y bacterias que viven en el suelo.
Gracias a este veloz crecimiento, la función de esta bacteria en la placa dental viene a ser similar a la de los andamios en un edificio: proporcionar base y estructura para otras bacterias que forman la película que recubre nuestros dientes.
“Los arrecifes poseen coral, los bosques árboles y la placa dental de nuestra boca tiene Corynebacterium matruchotii. Sus células poseen las funciones de un árbol grande y tupido en el bosque; crean una estructura espacial que proporciona el hábitat a muchas otras especies de bacterias”, señala una de las autores, la investigadora Jessica Mark Welch, del Marine Biological Laboratory de Massachusetts.
Responsable de que reaparezca la placa
El rapidísimo mecanismo de reproducción de esta bacteria es lo que haría que la placa dental reaparezca en los dientes pese a que se lavan dos veces al día como recomiendan los dentistas, ya que los científicos han descubierto que las colonias de Corynebacterium matruchotii podían crecer hasta medio milímetro al día.
Aunque hay otras especies de bacterias Corynebacterium en otras partes del microbioma humano, como la piel o el interior de la cavidad nasal, ninguna se reproduciría tan velozmente como C. matruchotii.
Los investigadores creen que el hecho de que la placa dental sea un ecosistema tan competitivo, en el que cohabitan tantas otras bacterias, es lo que pudo haber impulsado un crecimiento tan rápido de C. matruchotii desde el punto de vista evolutivo.
“El siguiente paso ahora será entender qué implicaciones tiene esta estrategia de reproducción de la bacteria para la salud de nuestras bocas y del cuerpo humano en general”, agrega Mark Welch.