La banca de inversión UBS estimó que el peso mexicano podría depreciarse hasta 5 por ciento en sus cruces frente al dólar un día después de las elecciones en Estados Unidos del próximo 5 de noviembre, bajo un escenario donde Donald Trump regrese a la presidencia de dicho país.
Lo anterior contrasta con la elección de 2016 (en la que Trump derrotó a Hilary Clinton), cuando el peso se hundió 8 por ciento un día después de los resultados, lo que significó su mayor caída diaria desde la crisis del tequila en 1994.
"Hoy la elección entre Kamala Harris y Trump parece ajustada. El peso tiene protección ante el carry trade mientras que México también se ha vuelto más interconectado con la cadena de suministro de Estados Unidos desde 2017.
"Es por eso que creemos que el dólar podría subir entre un 3 y 5 por ciento frente al peso mexicano el día después de las elecciones", indicó en una nota de análisis el banco de origen suizo.
Bajo este panorama, UBS no consideró que el peso pueda recuperarse con fuerza como lo hizo en el primer semestre de 2017.
Además, señaló que las exportaciones mexicanas podrían desacelerarse en 2025 a medida que la economía de Estados Unidos se ralentiza, por lo que los riesgos internos podrían presionar a los Credit Defaults Swaps (CDS) y es muy probable que el apetito por carry trade disminuya a partir de esta semana.
"La respuesta inicial del peso a una victoria de Trump en los comicios puede ser menos aguda esta vez frente a 2016, pero los riesgos parecen inclinarse hacia una tendencia de deterioro más persistente en el futuro bajo ese resultado", enfatizó.
Bajo un escenario que incluye una escalada material en el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, así como un deterioro en el equilibrio crecimiento/inflación para los activos estadounidenses en el mediano plazo, el banco suizo proyectó que el tipo de cambio puede llegar a 21.50 pesos dólar en el primer semestre de 2025.
Sin embargo, en un escenario de aranceles elevados por parte de Estados Unidos, el tipo de cambio escalaría a 22 pesos por dólar, o podría disminuir a 20.8 pesos con un Congreso dividido entre republicanos y demócratas.
UBS expuso que los riesgos constitucionales y fiscales de México añaden otra capa de complejidad al futuro del tipo de cambio dejando de lado el panorama de los comicios estadounidenses.
"La Presidenta Claudia Sheinbaum ha prometido continuar con la Cuarta Transformación del Estado iniciada por su predecesor y cuenta con los votos en el Congreso para hacerlo. Las agencias de calificación crediticia han advertido que los cambios constitucionales podrían impactar la calificación crediticia de México tras la aprobación de la reforma judicial.
"México también enfrenta grandes desafíos fiscales que esta Administración tendrá que abordar si el País quiere conservar su estatus de grado de inversión. Estimamos que estos riesgos podrían presionar las valuaciones en el tipo de cambio hasta seis por ciento", afirmó.