Día de Muertos impulsa la economía mexicana y fortalece las tradiciones

Día de Muertos impulsa la economía mexicana y fortalece las tradiciones. La celebración del Día de Muertos en México se ha convertido en un motor económico de gran relevancia, generando una derrama económica significativa y fortaleciendo las tradiciones culturales del país. Para este 2024, se estima que la Ciudad de México, como epicentro de las festividades, alcanzará una derrama económica de 10 mil 981 millones de pesos, lo que representa un aumento del 26.7% en comparación con el año anterior.

De acuerdo con José de Jesús Rodríguez Cárdenas, líder de la Canaco CDMX, diversos sectores se verán beneficiados por esta celebración, destacando la venta de flores, pan, dulces, disfraces, bebidas alcohólicas y servicios turísticos. Se espera que más de 2 millones de personas visiten los panteones y que la ocupación hotelera alcance niveles de entre 67% y 75%.

El impacto económico del Día de Muertos se extiende a todo el país, beneficiando a 4.8 millones de negocios del sector comercio, servicios y turismo. Hoteles, restaurantes, agencias de viajes y comercios locales se preparan para recibir a un gran número de visitantes, tanto nacionales como extranjeros.

Más allá del impacto económico, el Día de Muertos representa una oportunidad para fortalecer las tradiciones culturales mexicanas y preservar la memoria de nuestros ancestros. La celebración de esta festividad ha trascendido fronteras y se ha convertido en un patrimonio cultural de la humanidad, reconocido por la UNESCO.

Si bien el Día de Muertos representa una gran oportunidad para la economía mexicana, también plantea algunos desafíos, como la necesidad de garantizar la seguridad de los visitantes, preservar el medio ambiente y evitar la comercialización excesiva de la tradición.

El Día de Muertos es una celebración que combina tradición, cultura y economía. Su impacto positivo en la economía mexicana es evidente, y su capacidad para unir a las familias y fortalecer la identidad nacional es innegable. Es fundamental aprovechar esta oportunidad para promover el turismo cultural, preservar las tradiciones y generar empleos.