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El Salto Ángel, la catarata más alta del mundo

El Diario | 06/04/2024 | 18:10

Las cataratas son una de las formaciones geológicas más increíbles que podemos encontrar en diversos rincones del planeta. Convertidas a lo largo del siglo pasado en un atractivo turístico único, hoy toca hablar de una de las más extraordinarias. Probablemente hayas escuchado hablar ya sobre el Salto Ángel, la catarata más alta del mundo. Pero, ¿por qué es especial?
 
Tal vez no sean las primeras cataratas que pensamos y que se nos vienen a la cabeza a la hora de citar algunas de las cataratas más importantes. Seguramente las del Niágara o las de Iguazú tienen tanta o más fama que el Salto Ángel, pero poco o nada tiene que envidiarles.
 
¿Dónde se encuentra el Salto Ángel?
En términos de geografía, esta fascinante caída de agua se halla en el Parque Nacional de Canaima, en Bolívar; dentro del territorio venezolano. De hecho ya es una zona distinta e importante porque fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994.
 
El Salto del Ángel posee una altura de 979 metros y una pendiente sin interrupciones que alcanza los 807 metros naciendo en el río Auyantepuy. Justamente, el nombre original de esta corriente –Kerepacupai– puede traducirse como “salto del lugar más profundo”.
 
Canaima es un espacio natural de más de 30.000 kilómetros cuadrados que vale la pena visitar. Gracia a su importancia, se han multiplicado los cuidados para mantenerlo perfectamente. Y es un paseo ideal para un fin de semana, tanto para los propios venezolanos como para el visitante que viene de otros rincones.
 
Sin embargo, la catarata en cuestión es el principal aliciente para viajar hasta allí. Llegar hasta el Salto Ángel no es sencillo. Como la zona donde se localiza está totalmente rodeada de superficie boscosa, la única forma de acceder es contratando un vuelo en avioneta desde la capital del país, Caracas, o bien desde la más cercana Ciudad Bolívar. Estos vuelos aterrizan en un paraje que lleva el nombre del parque y desde allí se organizan las excursiones a pie para dejarse sorprender por semejante fenómeno.
 
Su importancia es tal porque en su día fue una de las 28 finalistas en la elección de las Siete Maravillas Naturales del Mundo. Mientras tanto, le debe su nombre más conocido, el de “Salto Ángel”, al aviador norteamericano Jimmie Angel, quien fue el primero en dar cuenta de su existencia en 1937. Evidentemente, lo más probable que las poblaciones indígenas de la región supieran de este salto. Pero fue en ese momento cuando se le comenzó a prestar atención general e a sus casi 1.000 metros de caída libre.
 
Otras fuentes establecen que el descubrimiento de esta cascada se adjudica a los exploradores españoles Félix Cardona Puig y Juan María Mundó Freixas, quienes habrían sido los primeros europeos en divisar el salto en 1927.